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Pairing: Haru/Yuki
Rating: G
La razón miente
Esa mañana, cuando se había despertado, Yuki se había sentido horriblemente.
Le había tomado algunos segundos para individuar la causa de ese malestar; pero cuando se había acercado a la ventana y había abierto las persianas, la luz del sol dirigidas en sus ojos había quemado tanto de no dejar dudas: tenía una borracha de primera clase.
Se dirigió arrastrando los pies hacia el baño, lavándose la cara desde que no fue capaz de ver más allá de la pátina opaca, y empezó a volver en su mente a la noche precedente.
Recordaba de haber entrado en ese bar.
Sí, eso lo recordaba.
Y después había encontrado esa colega de Haru, Katsura.
¿Qué diablo había pasado, después?
Había bebido, claro. Habían hablado.
Yuki hizo muecas, volviendo en su habitación y entrecerrando las persianas, antes de echarse de vuelta en la cama.
La discusión había llegado inevitablemente a su hermana y Haru.
“Solo eres celoso... quizás, ¡puede ser que estás enamorado de él!”
Pensando en las palabras de la chica casi rio, mientras la noche precedente estaba seguro de haber reaccionado en manera peor.
Había dicho a Katsura que ella era la enamorada de Haru, y de su mirada le había parecido claro que no estaba lejos de la verdad.
Después habían salido del bar, habían empezado a caminar y habían seguido hablando.
Yuki tenía una horrible sensación mientras trataba de recordar sus palabras, como si su misma mente estuviese tratando de alertarlo, como si le estuviese diciendo que no quería realmente recordar lo que se habían dicho.
Pero su obstinación lo llevó a adentrarse de vuelta en ese terreno espinoso, y trató de seguir los pasos de esa conversación.
Haru, Haru, Haru.
No habían hablado de otro, y Yuki se sintió tomar de una especie de irritación que estaba seguro de haber sentido la noche precedente también.
“Lo odias, ¿verdad?”
La pregunta de Katsura resonó en su mente, casi asustándolo. Porque ahora, en la luz de la mañana, la respuesta estaba casi obvia por él.
Claro que lo odiaba. Lo había odiado desde el momento en que lo había visto, nunca había quitado de odiarlo.
“Lo querría. Me limito a amarlo de lejos.”
Yuki tuvo improvisamente arcadas, y entendió que ese malestar estaba más arraigado en él, que no era solo el borracho, que no era el alcohol.
Era esa admisión, casi inconsciente.
¿Por qué lo había dicho?
Se sentó en la cama, acariciándose la garganta como si tuviera dificultades a respirar.
Me limito a amarlo de lejos.
¿Desde cuándo lo amaba?
No era posible. Él odiaba Miyamoto Haru, quería que saliera de su vida, de la de su hermana, odiaba la idea que los dos pusieran volver juntos, porque...
El pánico de Yuki aumentaba, mientras trataba de luchar contra las conclusiones a que su mente había llegado.
¿Amor?
¿Era realmente eso que le hacía sentir tanto rencor por su cuñado, era realmente esa la razón porque siempre había odiado verlo con su hermana?
Lo querría.
Y había tratado, por demasiado tiempo, demasiado para ver sus esfuerzos borrados por demasiado sake y una declaración que arriesgaba de alterar su vida.
Trató de borrar esa sensación de malestar y de rechazo por sí mismo de su mente, y con esos borrar la imagen de la cara de Haru también, pero no tuvo éxito.
Tras se dijo que, al final, no cambiaba mucho.
Su inconsciencia le había dicho que se limitaba a amarlo de lejos, y eso iba a hacer.
No cambiaba nada por Yuki, no cambiaba la manera en que iba a comportarse con él, no iba a cambiar lo que pensaba del matrimonio de su hermana.
Se descansó de vuelta, cerrando los ojos y disfrutando la oscuridad que al menos atenuaba su migraña.
Tenía una diferencia.
Ahora que estaba consciente de amarlo, no sabía si iba a tener éxito de seguir quedándose en segundo plano.